En principio, con una brocha de calidad la tarea de pintar avanza más rápidamente y se obtiene un buen resultado y con menos dificultades.
Para elegir
Las brochas grandes son más adecuadas cuando se trata de cubrir grandes superficies, mientras que las más pequeñas lo son para superficies pequeñas, remates o bordes. Por su parte, las brochas planas son más adecuadas para superficies planas y las brochas redondas, para superficies con formas, rincones o espacios pequeños.
Sea del tipo que fuere, los atributos de una buena brocha son los siguientes:
-Un mango largo y macizo para equilibrar la brocha.
-Cerdas largas para hacer la tarea más agradable y más rápida.
-Cerdas regulares y de igual longitud, sin que sobresalgan (no elija las que traen cerdas de diferentes tamaños).
-Cerdas numerosas y suaves, son mucho más agradables para pintar;
-Cerdas bien separadas en la punta, para un acabado más limpio y un trabajo más rápido.
¿Sintética o natural?
Unas y otras pueden utilizarse con toda clase de pinturas, aunque las sintéticas se limpian más fácilmente y las de cerdas naturales suelen ser más duraderas. Si pinta usted sobre todo con esmaltes sintéticos, elija una
brocha de cerdas naturales. Si usa casi exclusivamente pinturas acrílicas al agua, opte mejor por una
brocha sintética, cuyas cerdas absorben menos la humedad.
Gran diversidad
En las tiendas, existe una gran variedad de brochas, de formas, grosores y tamaños diferentes y para aplicaciones diferentes. Tanto las planas, como las redondas y angulares se adaptan a la superficie que deben pintar. Para la mayoría de los usos, una brocha plana sirve perfectamente, aunque también cuentan las preferencias personales de cada uno. Tampoco es necesario comprar pinceles muy finos para conseguir un buen acabado en los bordes; una brocha redonda o plana puede hacer la misma función.